jueves, 20 de junio de 2013

VALENCIA TU CASA LIMPIA

Así, tal cual, es la leyenda que aparece en los vehículos contratados para la limpieza de las calles en Valencia. Parece que en España hay un gusto especial por hacer mal algunas cosas. Sobre todo, las que no parecen importantes, como escribir bien. 

Leer un texto medianamente largo sin faltas de ortografía es muy difícil en cualquier medio de comunicación. Y, entre las faltas, la de puntuación merece un capítulo aparte. Hace mucho que dejamos a juicio del  aborrecible "corrector ortográfico" el poner los acentos en su sitio, con los inevitables riesgos que tiene eso. Pero lo de las comas y los puntos no lo soluciona ningún corrector, excepto el saber y un poco de sentido común.

Hay veces en las que las frases ocupan líneas y más líneas sin un sólo punto, solo comas, como si uno estuviera leyendo a Cela en La familia de Pascual Duarte. Pero Cela podía hacerlo porque era una licencia. Conocer perfectamente las reglas gramaticales te permite la libertad de saltártelas y que quede bien. 

Hay otras en las que sucede lo contrario, que si queremos leer las frases de un tirón nos ahogamos. Por ejemplo:

"En el escrito presentado por el Ministerio Público ante el Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid se solicitaba la puesta en libertad por la "falta de validez de los nuevos elementos probatorios" invocados por el juez Silva para justificar el ingreso en prisión de Blesa y por la "falta  de legitimación" de Manos Limpias que ejerce la acusación y solicitó la medida cautelar de la prisión provisional."

Lo de la puntuación, lo reconozco, no es fácil. Pero es menos si no se intenta. Aparte de otras consideraciones, ya sólo con escribir entre comas cualquier complemento verbal (circunstancial, decíamos antes) que se escriba antes del verbo, conseguiríamos un avance impresionante. Esto no es siempre así y, si el complemento es muy corto, puede obviarse la coma. Un ejemplo:

"En este sentido UGT y CCOO manifestaron la insuficiencia del Plan Nacional de Reformas para sacarnos..."

Después de "sentido", debe ir una coma. 

Y si recordamos también la regla de que el sujeto y el verbo nunca se separan con una coma, mejor.


"El pasado lunes, UGT y CCOO, mantuvieron una reunión, a petición propia, con el Director de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno con motivo de la publicación de las Recomendaciones de la Comisión relativas al Plan Nacional de Reformas 2013"

La coma después de CCOO sobra. El sujeto no ha de separarse de "mantuvieron". Esta coma se pone a veces para trasladar al papel el énfasis que se transmite en los discursos. Por ejemplo: "Hemos tenido que escuchar hoy como Rajoy, nos miente". Si lo queremos pronunciar con afectación, en el lugar de la coma, haríamos una pausa, que queda muy dramática. Pero si lo escribimos, es una falta de ortografía. Y eso se hace muy a menudo.

Podemos recurrir a colocar más complementos tras el verbo para evitar poner tantas comas. Queda la frase con un tono más neutro, que es lo contrario de lo que busca muchas veces el periodista, pero la frase queda menos recargada. En el ejemplo de arriba, la expresión "a petición propia", va ahí colocada a propósito porque se quiere remarcar lo que ello expresa. Si se pusiera al final de la frase, separada del resto por una única coma, no tendría la misma rotundidad.

La puntuación es lo más maleable que hay en Gramática. Las reglas pocas veces son fijas y a menudo las da el uso más que otra cosa. Muchas veces, varias formas de puntuar se consideran correctas para una misma frase. Aunque hay aberraciones que hacen daño a los ojos.

La del título de este artículo me dio pie a explicarle hace años a mi hijo la importancia de las comas. Le pregunté: "¿qué crees tú que pone aquí?". Y me explico, extrañado de mi pregunta, lo que seguramente quiso decir quien lo escribió: que Valencia es nuestra casa y hay que mantenerla limpia. Pues no, no dice eso. Lo que pone ahí es que Valencia va a venir a limpiarnos nuestra casa. Y eso, porque al publicista, o lo que fuera quien lo escribió, no le pareció importante la coma. Ni a él, ni a ninguno de los que participaron en su diseño, que seguro que fueron legión.

En cuanto que se lo expliqué a mi hijo, lo entendió a la primera. La prueba es que luego él mismo lo ha puesto de ejemplo y me lo ha recordado muchas veces en ejercicios de Lengua. Estoy seguro de que hacérselo entender al indocumentado que lo escribió, al Conseller que lo contrató, aún más cateto que él, si cabe, o a la madre que los parió a los dos, me costaría muchísimo más. Y si consiguiesen entenderlo un día, aún me dirían que no es tan importante. ¡País!

No hay comentarios:

Publicar un comentario