Cuando llegan las campañas electorales siempre hay quien habla de votos útiles. Lo hacen sobre todo los partidos grandes, por aquello de controlar las "fugas". Es difícil acertar con la pareja perfecta, con el trabajo ideal, con el lugar de vacaciones que lo tenga todo... También con la opción política adaptada a todo a lo que uno piensa. Por eso existe el riesgo de fugas que los grandes, sobre todo, tratan de taponar.
Ya ha empezado Cañete, con eso de que no iba a hablar de los pequeños. Al PPSOE le molestan partidos como UPyD, VOX o C's. El primero, porque es el más organizado, preparado y con más trabajo hecho e imagen, además de aunar votos de un amplio espectro político y estar en la línea de ser decisivo a corto plazo en muchos lugares, incluido el Congreso. El segundo, porque es cuña de la misma madera: se ha nutrido de la parte más a la derecha del propio PP. Y el tercero porque es, de momento, quien tiene más posibilidades en Cataluña de acaparar el voto no nacionalista y algo pescará también fuera de allí con sus "fichajes estrella".
IU también está por ahí, pero es, más que nada, un báculo en el que se apoya el PSOE cuando lo necesita, como en Andalucía. Un "tonto útil". Nada que no se pueda solucionar con un par de Consejerías.
Pierden algo por la derecha, por la izquierda, por arriba y por abajo. Y un puñadito de votos, con el sistema electoral que tenemos (no en las Europeas, cuyo procedimiento electoral es el más democrático), puede significar unos cuantos concejales o diputados más y eso no se lo pueden permitir. No vaya a ser que el sobrino del cuñado del amigo de mi primo se quede sin el puesto 11º de concejal en su pueblo, con lo mucho que le debemos.
Es cierto que hay votos cautivos. De personas que son de un partido como el que es de un club de fútbol, para toda la vida y "manquepierda". Bien por interés personal o por ideología. Las ideologías no son más que cascarones vacíos de ideas, armaduras con las que combatir a los demás, en lugar de fábricas de soluciones.
Pero hay otras personas, pocas, que, por un pequeño desliz sin apenas importancia como pueda ser, por ejemplo, el robo masivo de los fondos de empleo en Andalucía (36 % de paro), o el atraco permanente al dinero público y a la vergüenza en la Comunidad Valenciana, o bien la financiación ilegal de partidos catalanes, son capaces de pararse a pensar. Y quizá, como el que no quiere la cosa, plantearse "quizá tendría que meditar el voto..."
Para que eso no pase, están los agoreros de los votos útiles, como Cañete. Es uno de los titulillos que corren por las campañas en boca de los partidos acomodados. Lo que vienen a decirnos es "para qué vais a votar a esos 'mataos' si con el sistema electoral que tenemos lo que vais a hacer es tirar el voto. Además, qué vais a conseguir apoyando a un partido pequeño, cuando puedes vanagloriarte de ir en caballo GANADOR. ¡Puedes ser de los nuestros! ". Sistemas electorales, por cierto, que han impuesto ellos y que no quieren cambiar. Incluso IU, a quien también le perjudica, no lo ha planteado jamás al PSOE cuando ha podido hacerlo. ¿Por qué será?
Y digo yo, ¿ganadores en qué? Pues vamos a echar cuentas de qué es lo que hemos conseguido con los votos "utiles" hasta ahora:
Votando a los dos grandes partidos (más la muleta de IU), en los últimos 30 años hemos conseguido lo siguiente. Podéis ver los enlaces:
Y no sigo porque me da la risa floja. En obtener esto es en lo que se han afanado (lo digo sin intención, lo juro) nuestros padres putativos de la patria.
Se me olvidaba: hemos ganado el Mundial de Fútbol. Eso sí que es importante.
Pues eso, que si uno quiere apuntarse a ese tipo de victorias y engalanarse con ellas, que les siga votando. Pero que conste que sus hijos y sus nietos es muy probable que no se lo perdonen nunca. Los míos, tampoco, eso ya se lo aseguro yo.
A aquellos a los que no les importa nada el futuro de España tienen dos opciones, que en el fondo es la misma: votar a esos tres o quedarse en casa o paseando. Si llueve, porque llueve. Y si hace sol, al parque o a la playa. Pero no vayan a votar. Mejor quédense tranquilos, majetes, en su sillón y dejen eso de pensar para los demás. Así serán buenos ciudadanos y dejarán la política en manos sólo de los políticos.
Así nos va.
