martes, 11 de mayo de 2021

Cruz de navajas.

Publicado en Minuto Crucial el 30/4/2021 

Las balas y las navajas han salido a relucir en esta campaña electoral. Y ya tardaban, visto el clima en el que se estaba desarrollando. Se convocaron estas elecciones a causa de traiciones y sospechas y se celebran a pesar de los intentos de la izquierda en los tribunales de impedirlas. Ellos, los que no paran de hablar de los derechos de “la gente”, maniobraron lo indecible para no dejarlos hablar.

Acto seguido, como si Madrid fuera la playa “Omaha” en Normandía, tras el bombardeo recurrente desde Moncloa para ablandar las defensas de Ayuso, se produce el desembarco de Iglesias y los suyos. Algo que nunca sabremos cuánto celebró Sánchez en la intimidad, por cierto.

 Sólo que en vez de Montgomery arrasando en el norte de Francia, Iglesias es más bien un “alien” en esta campaña, alguien que genera más odios que adhesiones y que todo el mundo está deseando expulsar de vuelta a su planeta. Y eso es precisamente porque el odio fue el eje de su forma de hacer política desde el principio y ha ido dejando más cadáveres políticos de los que sabe contar. Y por eso, ahora los dedos se le hacen errejones.

En 2019 también hubo elecciones en Madrid. Y también concurrieron Ayuso y Monasterio. Y el PSOE y Más Madrid. Quien no estaba fue Iglesias. Ese es el hecho diferencial de esta campaña y por donde habría que empezar a sanear esta Comunidad.

La violencia verbal no deja de ser violencia, al igual que el acoso verbal no deja de ser acoso, ¿verdad? Pues esa violencia que sale por algunas bocas a veces encuentra un cerebro frágil en el que anidar y crecer y entonces se dan casos como el de la carta con la navaja o los indigentes mentales de Vallecas.

Aunque en hecho como el de Vallecas hay matices. El principal es que no se haya repetido. ¿No era Madrid un bastión antifascista? ¿No está plagado de asociaciones de radicales, de comunistas, de anarquistas, de luchadores contra el franquismo? ¿Por qué esas agresiones tan violentas no se han producido más veces? Pues porque no interesaba. Método de prueba y error. Se vio tras lo de Vallecas que les es contraproducente y no han vuelto a repetirlo. Y, la verdad, a los agresores, tarados mentales, no les concedo la capacidad de pensar en ello ni de decidirlo. Si no ha pasado más veces es porque ellos son sólo mano de obra barata, carne de cañón a las órdenes de otros más listos que ellos.

Al ver que VOX salió reforzado porque ser las víctimas, en el otro lado dejaron de dar órdenes a sus chekistas y optaron por otra vía: la de aparecer ellos como víctimas. Por ello, y a falta de resultados dela investigación policial, poniéndome en el caso de pensar en que sea un montaje, para lo que no tengo motivos, desde la izquierda han elegido dar a esas amenazas postales la mayor publicidad para ver si les funciona a ellos también lo de aparecer como agredidos.

La sorpresa para ellos va a ser que no. Primero porque se ha visto que, a falta de programa atractivo para los madrileños sino todo lo contrario, ahora no hablan de otra cosa más que del fascismo. Se sustituyen las razones por los sentimientos y por ello las propuestas pasan a segundo plano, si es que alguna vez estuvieron en el primero. Y no cuela. Incluso el moderado Gabilondo, el Joe Biden español, el Mahatma Gandhi de San Sebastián, se apunta a lo del boicot “antifascista” a VOX. El PSOE se ha podemizado hasta la náusea.

Y es que hacen bien en ocultar su programa porque es el peor que se podría llevar a Madrid. En el proyecto de la izquierda está desde quitar la libertad de elección de centro educativo hasta el cierre de comercios en fines de semana, igual que hacen en Valencia, por cierto. Y eso de las medidas creíbles porque también tienen ocurrencias de última hora como la de Gabilondo de pagar el primer mes del alquiler de la vivienda a los jóvenes. Como si con eso fuera suficiente para que se emanciparan.

La izquierda gobernó la capital en el periodo de Carmena y fue un desastre bíblico del que han salido escarmentados. No hay nada que la izquierda pueda ofrecer que interese a los madrileños y, aún en el caso de haber alguna cosa positiva, no compensaría por el desastre general que producirían en una Comunidad que ha crecido en el primer trimestre en empleo cuando en el resto de España, hay más parados. ¿Por qué? Pues porque en Madrid, dentro de sus atribuciones, se hace todo lo contrario a los que hace la izquierda y eso lo saben los madrileños.

Así que ya se dedican a explotar las amenazas a pesar de que, seguramente, hayan recibido indicaciones de los profesionales muy claras de que no hay que hacerlo. Hoy mismo ha recordado eso José Bono, por ejemplo. Lo único que se hace con ello es fomentar el fenómeno de la imitación y transmitir una imagen de inseguridad y violencia que no concuerda con la realidad. Los españoles no somos ahora así de salvajes pero, sin duda, lo llegaríamos a ser de seguir esta gente calentando a la sociedad de esta manera. Nos quieren llevar a las trincheras y es algo que no han ocultado jamás.

El aterrizaje de Iglesias no se produjo en las elecciones catalanas, ni en las vascas ni en las gallegas. En unas porque no iba a hacerlo mejor que sus colegas locales y otra porque no se podía hacer peor. Se nos aparece aquí, en Madrid, para intentar salvar a Podemos del descalabro no sólo aquí sino en toda España. Se aparece aquí por pura necesidad de supervivencia y porque no había más opciones si no quería que PSOE y Errejón lo echaran de la Asamblea de Vallecas. Y porque le va la marcha. Lo encanta eso de poderse enfrentar de tú a tú con nuevos líderes emergentes como Almeida o Ayuso. Le sube la adrenalina y se le nota. Algo de envidia debe haber cuando ellos se pasean por cualquier sitio entre aplausos y él no puede salir de Galapagar sin recibir miradas de asco.

Espero que la victoria de la izquierda en Madrid, cuando algún día se produzca, sea más adelante, a cargo de gente más íntegra y decente  que la que tienen ahora, que tampoco es tan difícil.

De momento, cruz de navajas por una mujer. Y ella es Díaz Ayuso.

El sueño de Simancas.

Publicado en Minuto Crucial el 23/4/2021


Ha llovido mucho en el PSOE de la Comunidad de Madrid desde que Alonso Puerta, entonces su Secretario General, fuera expulsado en 1979 por su denuncia de corrupción en la adjudicación de contratos en el ayuntamiento de la capital. Entonces no existían los controles anticorrupción de ahora ni había ley alguna de Transparencia. El PSOE se preparaba para llegar al poder en el Gobierno central y estaba engrasando las máquinas de financiación ilegal municipales, nacionales (Filesa, Malesa, Time Export) e internacionales (caso Flik) para lo que luego fueron años salvajes de corrupción y parasitismo a todos los niveles administrativos y que dieron al traste con los autodenominados “100 años de honradez”.

La sangre ha corrido siempre en abundancia en la orilla socialista del Manzanares. Ha habido pactos, navajazos, rendiciones, compras, traiciones, menosprecios a la afiliación, insurrecciones de ésta…

Desde el propio Puerta hasta el actual Secretario General, José Manuel Franco, nada ha sido fácil en el PSOE madrileño. Todos los partos en la cumbre han sido sin epidural y las operaciones, sin anestesia.  Esto fue así hasta 1995, cuando Leguina perdió las elecciones autonómicas después de 13 años y también después. En su día, los enfrentamientos entre “guerristas” y “renovadores” eran vistos desde fuera como una tragedia griega o, mejor, como una obra de Shakespeare, de esas en las que casi todos mueren.

Digo casi todos porque Simancas, con heridas profundas en su alma y, sobre todo, en su amor propio, sigue en activo como un dinosaurio de los de Parque Jurásico. Ha sido traidor muchas veces y traicionado otras tantas.

Dicen que en la cárcel aprenden a ser malos los que no lo eran. No es este el caso. Simancas ya nació así y se ha ido perfeccionando. Quedó tocado en 2003 con el “tamayazo” y nunca le perdonó a Tomás Gómez que lo sustituyera en el cargo en 2007, tras un nuevo desastre electoral. Así que, acudió raudo a las órdenes de Sánchez a clavarle a Gómez una de las puñaladas con las que lo defenestraron en 2015.

Desde entonces, sigue siendo el muñidor del PSOE de Madrid en la sombra, aunque sea a través de personas interpuestas, como Sara Hernández, nombrada como transición hasta la llegada del actual Secretario General, José Manuel Franco, otro personaje que sería desconocido si no hubiera sido por haber pasado por la Delegación del Gobierno en Madrid.

Como digo, es Simancas el que mueve los hilos. Tiene una espinita clavada desde 2003 y sueña ahora cada noche con que el 4 de mayo la izquierda vuelva, tras 26 años, a conquistar en Madrid el poder que perdió en 1995 contra Ruiz-Gallardón. Mientras tanto, tiene tiempo para solazarse compartiendo actos con los colegas de los etarras que mataron a sus propios compañeros, ciscándose así en su memoria y en la de sus familiares. Escrúpulos no es una palabra que haya manejado jamás este señor.

Ahora su títere se llama Gabilondo, ese señor taciturno y con aire bondadoso que tanto con recuerda al inefable Manuel Morán. La división en 3 partidos de la izquierda no va a perjudicar al PSOE porque cuenta de antemano ya con la colaboración de los otros dos. Son vasos comunicantes. Si votas izquierda, da igual a quien lo hagas: los tres partidos se repartirán el poder ordenadamente para que ninguno se quede sin su tajada.

Si en España hay una izquierda revanchista, guerracivilista y de trincheras, en Madrid eso se eleva a la décima potencia. Entrarían como un cuchillo caliente en mantequilla, arrasando con todo. El mal sabor de boca de 2003 haría que las ansias de no dejar títere con cabeza se vieran desde el primer día y, además, se dedicarían en cuerpo y alma a apuntalar al Gobierno de Sánchez para las elecciones de dentro de 2 años.

Si gobiernan, desarrollarían políticas a favor de la okupación, de los manteros y de la inmigración ilegal. Impondrían subidas de impuestos, medidas contra el automóvil, la libertad de horarios comerciales o los colegios concertados. Golpearían al turismo con tasas como las de Cataluña o Baleares.  Crearían un banco público madrileño, o sea, un nido de buitres para autofinanciarse. Impondrían la jornada de 35 horas a los funcionarios, con lo que contratarían más y así, más gasto público. Cerrarían el Zendal…

Y, por supuesto, utilizarían sus cargos para colocar a MILES de sus afiliados como asesores, chóferes, ayudantes, secretarios, jardineros y para adjudicarles a dedo miles y miles de contratos.

El resultado, por tanto, será que, si obtienen la mayoría, Iglesias va a ser el Vicepresidente primero, segundo o tercero y las políticas a implantar serán las contrarias a las que han aupado a la Comunidad de Madrid a que, por primera vez en la Historia, su PIB haya sido superior al de Cataluña. Sin puerto de mar, por cierto, ni la proximidad física a los mercados europeos.

En Madrid se juega el 4 de mayo mucho más que su futuro de los dos próximos años. Se juega probablemente el futuro de España de lo que queda de década.

Queda en manos de los madrileños dejar o no que Simancas siga soñando.

 

  

PLUS ULTRA.

Publicado en Minuto Crucial el 16/4/2021

 

No se imaginó en 1516 Luigi Marliano, consejero del entonces futuro Carlos I de España, que el lema que le aconsejó adoptar tendría tan largo recorrido. Desde su ascenso al trono imperial, esta máxima ha figurado casi siempre en los escudos oficiales como símbolo de superación por España de las barreras establecidas. No en vano fuimos la nación que superó los límites del mundo conocido llegando más allá (plus ultra) de las columnas de Hércules, también presentes en nuestro escudo.

Pero quienes verdaderamente han hecho suyo hoy el “plus ultra” y han rebasado todos los límites imaginables de la indecencia, la zafiedad, el embuste y la bajeza han sido los partidos que ahora están gobernando en España, que no sólo son los que componen el gobierno, claro.

Esta Constitución se les queda pequeña al sanchismo y sus adláteres y están constantemente explorando los límites con la misma insistencia con la que nuestros hijos exploran los nuestros desde que nacen. Y dan constantemente pruebas de quererlos echar abajo.

Las columnas sobre las que se asienta la democracia están a punto de ser derribadas una por una en España. La primera, la independencia judicial y lo hacen desde varios frentes. Por ejemplo, nombrando a una ministra como Fiscal General (“¿de quién depende la Fiscalía?”). Lo siguiente está siendo maniobrar para que el Consejo General de Poder Judicial dependa en exclusiva de la mayoría de Gobierno. Y lo harán con una reforma que va en contra, expresamente, de las recomendaciones de Bruselas para despolitizar la Justicia. Por cierto, contra esta maniobra se han pronunciado 2.500 jueces de 3 de las 4 asociaciones profesionales de jueces que hay en España. A los únicos a los que les debe parecer bien el derribo de esta columna fundamental es a los autodenominados “Jueces para la Democracia”, cuyo nombre deberían cambiar ya por el de “Jueces para la Revolución Bolivariana” porque ya no les es necesario seguir fingiendo lo que no son. Y sobre estos personajes, uno de cuyos miembro es el Juez que ha dictado la sentencia en Madrid sobre la exclusión de la listas electorales del PP de Cantó y Conde, será necesario un día escribir un monográfico.

Otro de los pilares es el de los medios de comunicación. Aquí no podremos decir que nos engañaron: hay imágenes de Iglesias diciendo que la mera existencia de medios privados es un atentado contra la democracia y de que a él lo que le gustaría es dirigir una televisión. Debe ser por eso que sus ataques son constantes a los que no les son afines, que son pocos porque los otros están “dopados” con publicidad institucional y subvenciones. Eso se ve perfectamente en el último video electoral de Podemos en el que sólo aparecen periodistas de los que no les caen bien. O sea, no aparecen sus amigos, que día sí y día también, hacen campaña a favor de Podemos y el PSOE desde medios públicos o privados. 

Sobre esto, también nos han dado un toque de advertencia desde el exterior, en concreto desde Estados Unidos. O sea, tenemos a nuestros principales aliados comerciales y militares de Occidente mirándonos cada vez con mayor intranquilidad. Lo que necesitábamos para nuestra recuperación.

Y para guinda del pastel, pues el “Plus Ultra”, el de ahora, el de Ábalos. Si ya mangonean con la Judicatura y con la información, pues queda la otra pata de cualquier gobierno liberticida: el dinero. Una vez puestos a buen recaudo a quien tiene que denunciar tus irregularidades y a quien tiene que juzgarte, eres libre de mangonear lo que sea porque ya se han derribado los límites. Ya no hay peligro para ellos.

Ahora nada impide en España que se entreguen 53 millones de euros a una empresa que está en pérdidas desde que nació, cuyos accionistas son venezolanos en su  mayor parte, que representa un 0,3 % de los vuelos de España y que estuvo a punto de venderse por 2 MM. de euros. Estos son los que claman contra el rescate de “los bancos” (o sea, de sus clientes). En una democracia europea normal, ahora mismo el Fiscal General habría ya encausado al ministro Ábalos y a todo el Gobierno que autorizó en Consejo de Ministros ese robo. Pero claro, hablamos de un partido que autorizó en Consejo de Ministros el robo del oro del Banco de España en 1936. Eso es para ellos una minucia.

Esto está rompiendo todos los límites que  tiene una democracia para ser considerada como tal. Con Sánchez en el castillo de popa, Iglesias al timón y los nacionalistas agujereando el barco desde dentro ante el aplauso general, el hundimiento de la credibilidad nos hará salir de la prestigiosa  lista de democracias plenas del mundo antes de que acabe esta legislatura. Y eso será vendido como un triunfo de la Revolución Republicana por parte de la izquierda antisistema en el poder.

Y efectivamente lo será. Ningún país “revolucionario” de los suyos está en esa lista. Nosotros iremos con ellos camino del hundimiento.