sábado, 29 de junio de 2013

TOCATA Y FUGA DE MADRID

Hoy he vuelto a dejar Madrid. Y he vuelto a tener la sensación de huir de mí mismo, de abandonar aquí gran parte de lo que soy y seré. Es difícil decir algo de Madrid que me guste por encima de todo y no es hoy el día de intentarlo. Es sólo un bosquejo, un apunte de mis impresiones esta mañana. No tengo por menos que recomendaros vivamente los enlaces que incluyo. Permitidme esta debilidad.

Por ejemplo, Madrid me encanta ahora, por la mañana. Un día luminoso a las 8,30 de la mañana, cuando el sol, una pizca sonrosado, da un toque cálido al paisaje urbano que diviso desde el taxi. Aquí, en la parte este, la más alta de la capital, con el sol casi de espaldas, el "skyline" no puede ser mejor. Aquí nunca hay "boina". La novedad en esa "línea del cielo" de los últimos años son las 4 torres de la parte norte, atentos guardianes que se ven hasta a 30 Km. Además, tengo con ellas una relación especial: en el contiguo hospital de La Paz, viejo y moderno a la vez, donde han nacido cientos de miles de madrileños, vio la luz mi hijo pequeño. En una habitación con vistas a las 4 torres, entonces en construcción, vivió sus primeros días. Una señal de la perfecta y necesaria simbiosis en la que conviven tradición y modernidad. Espero que él sea así: una persona de su tiempo que conozca y aprecie la importancia de lo que hicieron quienes lo han precedido.

Curioso contraste: pasamos junto al cementerio de La Almudena, el mayor de España y uno de los más grandes de Europa. Con una preciosa entrada, por cierto. Tiene la misma extensión que el Parque del Retiro. En el hay más personas enterradas de las que viven ahora en la capital. Tras rebasarlo, me adentro en una ciudad plena de luz y vitalidad.

Un sábado, a esta hora, Madrid es un lujo. Una ciudad entera que nos la repartimos unos pocos madrugadores aventajados. Pasamos junto al Retiro, camino de la Puerta de Alcalá para bajar por Alfonso XII. El Retiro sólo necesita varios capítulos de un libro bien robusto y esto ni mucho menos pretende ser más que el apunte de una fuga. Y hablando de libros, paso junto a la cuesta de Moyano, el paraíso dominical de los libros de viejo donde es posible adquirir obras maestras por muy poco dinero. Y más adelante, el Jardín Botánico. Parecería que este Real Jardín Botánico de Madrid fuera un oasis verde en una ciudad gris. Pero poco tiene eso que ver con la realidad. Es un oasis, sí, de especies poco frecuentes en otras zonas de la capital, pero no es una isla natural en una ciudad inerte. El color de Madrid es el verde. Madrid es, para sorpresa de muchos, la capital europea con mayor número de árboles por habitante. Excepto el núcleo antiguo (Madrid de los Austrias, principalmente), Madrid está jalonado por docenas de parques y miles de jardines y otras zonas verdes, algunos inmensos y mas grandes que el Retiro, más abundantes según se aleja uno del centro. Cada vez que vengo aprecio más el compromiso con la naturaleza que tiene esta ciudad, que sí, se ha gastado mucho dinero en obras, pero que ha enterrado parte de su infraestructura viaria ampliando en su superficie la alfombra verde.

Y toca final de trayecto: estación de Atocha. Otra mezcla igual de exitosa entre la recargada y genial arquitectura de una estación de tren antigua y lo que es el intercambiador de transporte más perfecto de Madrid: AVE, Larga Distancia, Cercanías, Metro, autobuses... todo unido en uno de los corazones de este Madrid tumultuoso y multipolar. Un lugar inigualable, junto al triángulo pictórico por excelencia: Prado, Thyssen y Reina Sofía a menos de 100 m. Con su monumento a la puerta, recuerdo de la barbarie de 2004.

A veces, una fuga se disfraza de retirada a tiempo. Otras, simplemente es un abandono. Y algunas es fruto de un pacto. También unas pocas, como la de algún general de la antigüedad, dieron origen a un imperio. ¿Será la mía una de estas? McArthur dijo que volvería y lo hizo. Yo no sé aun en qué me parezco a McArthur pero me gustaría averiguarlo.

El AVE sale puntual y me llevo en él parte de esta ciudad, "rompeolas de todas las Españas", como bien escribió Antonio Machado.

sábado, 22 de junio de 2013

PREPARADOS, LISTOS...

Hoy recibimos la noticia, no por deseada menos sorprendente, de que el PP de Valencia suspende de militancia a Rafael Blasco de forma cautelar. Eso es, legalmente, casi todo lo que puede hacer contra este personaje.

El propio Blasco ya dijo hace pocos días que, como todos, tiene derecho a la presunción de inocencia, lo cual es una obviedad como un castillo. Faltaría más. Eso es lo que todos defendemos: que uno no sea culpable hasta que no lo diga un juez en última instancia. También se despachó a gusto recordando que el propio Fabra fue imputado hace tiempo siendo alcalde de Castellón y que, de haber dimitido, ahora no estaría donde estaba. Eso, a Fabra, le ha tenido que tocar las narices, como parece claro.

Lo que ocurre es que Blasco es uno más de los 10, creo, en la misma situación. Y tal número es difícilmente sostenible si se quiere combinar con una imagen de transparencia y honradez. Está claro que el escaño no pertenece al partido sino al diputado. Y así debe ser. Lo que sucede es que, en un sistema de listas cerradas como el nuestro, debe existir la obligación moral de dimitir cuando el volumen y calidad de las pruebas es tan contundente como el que afecta al caso ONG, en el que se encuentra inmerso Blasco. Pero esa decisión sólo puede tomarla él

Con su actitud, lo único que hace es perjudicar a su partido, lo que parece importarle bien poco por otra parte. Ahora, el PP decide apartarlo de militancia. Bien, aunque tarde. Pero hay que entender esto: ni contigo ni sin ti, que dice la canción. Si el PP no hace nada contra él, la imagen transmitida será la de partido que defiende la corrupción. Si va más en serio y le pide la dimisión o le expulsa de su grupo parlamentario, se queda con un diputado menos y con un enemigo más. Por eso, el PP nada y guarda la ropa al mismo tiempo.

Pero esta actitud que ha tomado con Blasco no puede tomarla con los 10 imputados. Ni de lejos. El PP en Valencia tiene 55 diputados, 6 más de la mayoría absoluta. Lo correcto, ante este número de imputados y la calidad de las pruebas contra ellos, sería que el presidente Fabra convocara elecciones anticipadas, cosa que ahora no le conviene ni por asomo, para mejorar la "compañía". Lo malo es que las circunstancias actuales no le favorecen en material electoral. Eso debería de importarle muy poco si la única variable a tener en cuenta fuera la honradez, que la mujer del César ha de mostrar. Pero como no es eso, sino que vamos a lo que vamos, nos quedaremos sin elecciones hasta 2015, con la esperanza por su parte de que una pequeña mejora de la crisis adocene de nuevo el pensamiento de la mayoría de electores y vuelvan a confiar nuevamente en ellos.

No creo que eso suceda, por desgracia pero, si me equivoco, tendríamos que tentarnos la ropa porque igual pillan a más de uno con el paso cambiado.No es lo mismo planear un horizonte electoral a dos años que a 3 meses. El único que puede convocar esas elecciones es Fabra y a buen seguro que lo hará cuando más le favorezca. Es más, se irá preparando para ellas, en completo silencio, y antes de que pensemos que podría convocarlas.

De modo que nuestra tarea ha de ser estar preparados porque, por improbable que parezca, podría darse una situación en el Parlamento valenciano en la que 10 diputados "díscolos" bloqueasen al Gobierno autonómico, obligando al Presidente a convocar elecciones. Y eso no lo permitiría el PP. O bien que Fabra, sospechando que la oposición pudiera estar ahora "a la luna de Valencia", decidiera dar un zarpazo y arriesgarse a perder las elecciones pero dando la imagen de que lo ha hecho por bien de las instituciones y para demostrar su lucha contra la corrupción. Temo que hay posibilidades de que le saliera bien y que muchos volvieran a confiar en un PP "renovado" y que apuesta por eliminar de pesos muertos sus listas.

Y me pregunto, ¿estamos preparados para eso? Deseo pensar que sí. Que si en tres meses tuviéramos aquí una elecciones autonómicas, podríamos estar a la altura. Gente hay. Ganas, también. Y si a eso añadiésemos un espíritu integrador, muy ambicioso, capaz, y que mire mucho hacia adelante y poco a los cordones de los zapatos, tendríamos muchas posibilidades de poder ofrecer a nuestros conciudadanos lo que hace tanto tiempo que necesitan: soluciones.

Para ello hay que trabajar mucho y bien. Lo contrario sería recoger las nueces que caen cuando otros golpean el árbol. Y esa frase me trae muy malos recuerdos.

jueves, 20 de junio de 2013

VALENCIA TU CASA LIMPIA

Así, tal cual, es la leyenda que aparece en los vehículos contratados para la limpieza de las calles en Valencia. Parece que en España hay un gusto especial por hacer mal algunas cosas. Sobre todo, las que no parecen importantes, como escribir bien. 

Leer un texto medianamente largo sin faltas de ortografía es muy difícil en cualquier medio de comunicación. Y, entre las faltas, la de puntuación merece un capítulo aparte. Hace mucho que dejamos a juicio del  aborrecible "corrector ortográfico" el poner los acentos en su sitio, con los inevitables riesgos que tiene eso. Pero lo de las comas y los puntos no lo soluciona ningún corrector, excepto el saber y un poco de sentido común.

Hay veces en las que las frases ocupan líneas y más líneas sin un sólo punto, solo comas, como si uno estuviera leyendo a Cela en La familia de Pascual Duarte. Pero Cela podía hacerlo porque era una licencia. Conocer perfectamente las reglas gramaticales te permite la libertad de saltártelas y que quede bien. 

Hay otras en las que sucede lo contrario, que si queremos leer las frases de un tirón nos ahogamos. Por ejemplo:

"En el escrito presentado por el Ministerio Público ante el Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid se solicitaba la puesta en libertad por la "falta de validez de los nuevos elementos probatorios" invocados por el juez Silva para justificar el ingreso en prisión de Blesa y por la "falta  de legitimación" de Manos Limpias que ejerce la acusación y solicitó la medida cautelar de la prisión provisional."

Lo de la puntuación, lo reconozco, no es fácil. Pero es menos si no se intenta. Aparte de otras consideraciones, ya sólo con escribir entre comas cualquier complemento verbal (circunstancial, decíamos antes) que se escriba antes del verbo, conseguiríamos un avance impresionante. Esto no es siempre así y, si el complemento es muy corto, puede obviarse la coma. Un ejemplo:

"En este sentido UGT y CCOO manifestaron la insuficiencia del Plan Nacional de Reformas para sacarnos..."

Después de "sentido", debe ir una coma. 

Y si recordamos también la regla de que el sujeto y el verbo nunca se separan con una coma, mejor.


"El pasado lunes, UGT y CCOO, mantuvieron una reunión, a petición propia, con el Director de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno con motivo de la publicación de las Recomendaciones de la Comisión relativas al Plan Nacional de Reformas 2013"

La coma después de CCOO sobra. El sujeto no ha de separarse de "mantuvieron". Esta coma se pone a veces para trasladar al papel el énfasis que se transmite en los discursos. Por ejemplo: "Hemos tenido que escuchar hoy como Rajoy, nos miente". Si lo queremos pronunciar con afectación, en el lugar de la coma, haríamos una pausa, que queda muy dramática. Pero si lo escribimos, es una falta de ortografía. Y eso se hace muy a menudo.

Podemos recurrir a colocar más complementos tras el verbo para evitar poner tantas comas. Queda la frase con un tono más neutro, que es lo contrario de lo que busca muchas veces el periodista, pero la frase queda menos recargada. En el ejemplo de arriba, la expresión "a petición propia", va ahí colocada a propósito porque se quiere remarcar lo que ello expresa. Si se pusiera al final de la frase, separada del resto por una única coma, no tendría la misma rotundidad.

La puntuación es lo más maleable que hay en Gramática. Las reglas pocas veces son fijas y a menudo las da el uso más que otra cosa. Muchas veces, varias formas de puntuar se consideran correctas para una misma frase. Aunque hay aberraciones que hacen daño a los ojos.

La del título de este artículo me dio pie a explicarle hace años a mi hijo la importancia de las comas. Le pregunté: "¿qué crees tú que pone aquí?". Y me explico, extrañado de mi pregunta, lo que seguramente quiso decir quien lo escribió: que Valencia es nuestra casa y hay que mantenerla limpia. Pues no, no dice eso. Lo que pone ahí es que Valencia va a venir a limpiarnos nuestra casa. Y eso, porque al publicista, o lo que fuera quien lo escribió, no le pareció importante la coma. Ni a él, ni a ninguno de los que participaron en su diseño, que seguro que fueron legión.

En cuanto que se lo expliqué a mi hijo, lo entendió a la primera. La prueba es que luego él mismo lo ha puesto de ejemplo y me lo ha recordado muchas veces en ejercicios de Lengua. Estoy seguro de que hacérselo entender al indocumentado que lo escribió, al Conseller que lo contrató, aún más cateto que él, si cabe, o a la madre que los parió a los dos, me costaría muchísimo más. Y si consiguiesen entenderlo un día, aún me dirían que no es tan importante. ¡País!

lunes, 17 de junio de 2013

¿QUIEN HA DERROTADO A ETA?

ETA no ha sido desmantelada aún. Está maltrecha, malherida y yo diría que casi derrotada. Aun mantiene parte de su estructura oculta y mucho, muchísimo apoyo popular. Y lo que es peor, este  apoyo no está avergonzado ni resignado. A los demócratas, nos quieren chulear a cara descubierta y vendernos que ellos son las víctimas en lugar de los verdugos.

Maite Pagazaurtundúa nos dijo el otro día algo que me impresionó. Y mira que era difícil en una jornada ya, de por sí, impresionante para mí. Dijo que, días después del asesinato de su hermano Joseba, la suegra de éste llamó a su madre para decirle que a su hijo lo habían matado el PP y el PSOE. Eso, la propia madre de su mujer, aunque parezca mentira.

Entonces recordé (nunca he podido olvidarlo) la expresión y las palabras de una mujer a la que entrevistaron en Hernani, en esas horas en las que alguno pensaba aún que podríamos entre todos salvar a Miguel Ángel Blanco. Con un cuchillo en la mano, porque la entrevistaron en su carnicería, dijo que “el Gobierno sabe lo que tiene que hacer para que lo suelten y eso depende de él”.

Este odio que les pudre las entrañas lo maman desde pequeños. Esta gente ha conseguido que sus hijos sean unos asesinos y pasen su vida en la cárcel, como dijo Maite. Y encima, se sienten orgullosos de ello.

ETA ha sido casi derrotada. Y lo ha sido por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, no por la mayoría de los políticos que se jactan de ello. Por algunos sí. Porque hay algunos que, durante los años de plomo, expusieron su pecho como diana y sacrificaron mucho por lo que creían. A veces, todo. Muchos que, como Joseba y como Goyo, no aceptaron vivir arrodillados y nos dieron a todos el ejemplo de su sacrificio para que seamos mejor de lo que somos. Y otros muchos, políticos o no,  que, sin ser víctimas de atentados, sí sufrieron las consecuencias de la amenaza permanente: escoltas, horarios, cambios de residencia, de colegios, de trabajo…

No la hemos derrotado los que lo hemos vivido desde lejos. Bueno, todo lo lejos que uno puede vivir del terrorismo estando en Madrid, que es bastante poco. A menos de 1 Km. de mi casa ETA puso 2 bombas en dos fechas distintas, una de ellas en la comisaría donde yo me tenía que renovar el DNI. Y otra, a la puerta de un parque que visito siempre que puedo. Otras 2 junto a un Centro Comercial del que soy asiduo. Otras 2 en aparcamientos subterráneos donde mil veces he dejado el coche. Y muchas más en plazas y calles por donde he ido a diario, en coche o andando. Porque Madrid es, después del País Vasco, el lugar donde más muertes ha causado ETA. Y recordamos muchas veces el atentado de la Pl. de la República Argentina, o los muchos coches bomba contra policías, militares, miembros de la judicatura o cualquier otra persona que les resultaba molesta.

Y luego tenemos que escuchar eso de que “es que desde fuera no entendéis lo que pasa aquí”. Yo no estoy fuera. Estoy dentro porque todos estamos en España. Y no, no lo entiendo. No entiendo la estupidez humana que hace que alguien inocule el odio a su hijo hasta convertirlo en un asesino.

Pero muchos hay que han pasado página, tal y como les gusta a los proetarras. Otra victoria más, como la del lenguaje. Ahora toca la del olvido. El terrorismo  ha pasado a ser el nº 7 o 10 o no se cual de la lista de preocupaciones de los españoles. La memoria es frágil cuando no te toca directamente. Y, al fin y al cabo, ETA ya no mata. No. Pero hay 856 familias que mueren cada día. Y otras muchas miles que sufren secuelas también cada día. Porque para ellas, ETA no está ni estará nunca en tregua.

Se produce una paradoja que seguro que han pensado muchas más veces los etarras que nosotros. Y es que, a mi entender, a ETA no la hemos derrotado ninguno de los que estamos aquí. A ETA la han derrotado sus víctimas. Ellas son las que nos han dado con su vida y con su ejemplo la fuerza para arrinconarlos hasta donde están ahora. Sin ese espíritu, no podríamos con ellos porque lo que prima en la generalidad de las personas es el no meterse en problemas, el dejarlos correr. Pero ellos, los que dieron su vida por lo que creían, nos han puesto a muchos la cara colorada mil veces y aun lo siguen haciendo.

Oyendo el otro día a D. Francisco Zaragoza Lluch, policía nacional, que sufrió 2 atentados a causa de los cuales hubo de retirarse, o a Maite o a Consuelo, no puedo por más que sentir dolor por ellos y vergüenza por mí, por nosotros, por no poder estar a la altura a la que ellos están, ni de lejos.

Las víctimas de terrorismo han acabado con ETA, haciéndonos a todos un favor. Pero muchos de nosotros no nos lo merecemos.

domingo, 16 de junio de 2013

SER DE UPyD

Ayer tuve el placer de asistir a una jornada sobre Comunicación en la sede Territorial, que agradezco porque sé el trabajo y dedicación que hay tras ella. Siempre es bueno aprender cosas y, por lo que vemos día a día, buena falta nos hace. Y más con la que se nos viene encima. Sería duro no llegar a las previsiones pero, si llegamos, sería más grave aún no estar a la altura. Se puede fracasar y caer con la cabeza alta, pero lo que no nos está permitido es morir de éxito.

Pues bien, entre otras reflexiones tras la jornada, llegué a la siguiente, sobre la que ya había pensado un poco pero que ayer me quedó más clara: es una enorme responsabilidad la que uno adquiere afiliándose a un partido. Y más, al nuestro. Otros partidos han fracasado y se han levantado alguna vez. Son inmunes porque sus votantes les perdonan todo. Los nuestros, dudo mucho que lo hicieran porque una de nuestras banderas es la de que no somos como los demás y sólo parecerlo ya sería imperdonable.

Cuando uno se afilia y trabaja en UPyD, el nivel de compromiso adquirido es enorme. Y no me refiero solo a que hay mucha faena por delante, que la hay. Me refiero a que, al no tener los miles de afiliados que tienen otros partidos, cada uno de nosotros es más visible. Llevamos el logo magenta escrito en la frente a fuego. Y eso es bueno en la medida en la que somos muchas veces los pioneros, los que llevamos a nuestra localidad la señal de que UPyD ya está aquí, con su carga de esperanza. Pero puede ser molesto si uno quiere separar su vida privada de su nueva “vida pública”, tal como sugería algún compañero ayer que podía hacerse.

No, no se puede separar. Rotundamente, sé que no. Hay un antes y un después desde que uno adquiere este compromiso. No se puede estar para lo bueno y no para lo malo. ¿Y qué es lo malo aquí? Además del tiempo que uno quita de otras cosas, sobre todo la familia, para dedicarlo a esto, a la vocación de “lo público”, lo malo es que mientras uno era una persona sin esa relevancia social, sus actuaciones fueron privadas, pero ya no lo van a ser jamás.

Imaginemos a Juan Pérez, uno de los 20 ó 30 afiliados en una localidad pequeña o mediana, que quizá irá en una lista aunque sea en el puesto 10, sin posibilidades reales de ser elegido. Mientras tanto, realiza labores como participar en grupos de trabajo, reunirse con asociaciones, remitir quizás escritos al Ayuntamiento, etc. O incluso tiene la oportunidad de que le hagan una entrevista o participar en un debate, aunque no es necesario llegar hasta eso. En cualquier caso, es visible para sus conciudadanos.

Ese afiliado, como mucha gente, puede y debe tener vida privada. Pero a partir de ahora estará unida a la imagen de UPyD. Si ese afiliado es denunciado por la Guardia Civil por tener un grado de alcoholemia de 1,5, es muy probable que alguien haga aparecer eso en una campaña electoral. Y con eso, perjudicará a sus compañeros, los primeros de la lista que sí tienen posibilidades de salir. Y lo mismo pasa si esa persona cuelga una broma de mal gusto en su web personal, o un comentario xenófobo, o vulgar, o es condenado por violencia en el ámbito familiar, por decir algunos ejemplos. O quizá tenga un pequeño negocio en el que parte de su recaudación sea en "B", como tantos. En este caso, ¿estará seguro de que algún empleado suyo, si alguna vez deja de serlo, no irá a contar eso u otras cosas a algún otro partido? ¿Cómo se compatibiliza que pidamos reformas contra el fraude mientras, en nuestra casa, hacemos eso?

Hemos de hacernos a la idea de que no somos “de” UPyD. Para mucha gente, SOMOS UPyD. Y debe ser igual también para nosotros. Podemos ser de un equipo de futbol o de una escudería o piloto de Formula 1. O de un AMPA, de una Falla o incluso de una Sociedad Gastronómica, si somos del País Vasco. Y lo que hagamos no les va a perjudicar en lo más mínimo. Pero esto no es igual.

Ser UPyD significa tener un comportamiento ejemplar en muchos aspectos, no sólo los públicos. Tenemos muchos ejemplos de políticos a los que les ha pasado esas y más cosas. Alguno hay que, hace poco, se ha dedicado a mandar imágenes propias con un alto contenido sexual. Y eso es privado, pero si somos de un partido político, hay muchas posibilidades de que deje de serlo.

Ese nivel de compromiso que se necesita, entiendo que no sea compartido por todos. Pero no pasa nada, cada uno es libre de asumirlo o no. Lo que sí es necesario es que, si no lo hace, sea consecuente con ello. Hay que entender que muchos de nosotros vamos a equivocarnos de buena fe. Pero habrá “equivocaciones” que sean poco perdonables y cada uno sabe mejor que los demás si su techo es o no de cristal.

Y ahora estamos a tiempo. Si alguien tiene o prevé tener esos flancos débiles o no está dispuesto a asumir esa fusión de sus futuras vidas pública y privada, sería muy recomendable que diera un paso atrás y apoyara desde la retaguardia, por el bien de sus compañeros y de las ideas que todos compartimos.

La pretendida regeneración de la vida pública que defendemos empieza por la necesaria de la vida privada.

Dicen que quien saca la cabeza tiene más riesgo de que se la corten. Pues eso sucede con todos nosotros. Somos un faro que alumbra el triste panorama político español. Pero los faros son de cristal y pongo la mano en el fuego por que hay mucha gente ya buscando piedras en el suelo.

miércoles, 12 de junio de 2013

EL CHICO BUENO

Por favor, no lo crucifiquéis ahora. "Es uno de los nuestros", seguro que dijo Artur Mas, en plan De Niro, al enterarse. Él no quería hacerlo pero se vio obligado. "Espanya ens roba", pero a él no porque para remediar eso tiene a su papá, ideólogo de la trama, según las informaciones de hoy.

Está justificadísimo que Messi defraude, si es que lo ha hecho. Y si no lo ha hecho, debería hacerlo. Para qué pagar tantos impuestos al "estado espanyol". ¿Acaso él recibe algo de ese aborrecible estado? ¿Sus hijos van a colegios públicos?  ¿Usa los hospitales masificados del Servicio Catalán de Salud? ¿Necesita para algo a la policía cuando puede pagarse seguridad privada? ¿Usa el subvencionado transporte público? ¿Necesitará cobrar una pensión, sea contributiva o no? ¿Abandona alguna vez su Ferrari las alfombradas autopistas de peaje para internarse por las comarcales? ¿Verdad que no? Entonces, ¿a que hace bien en defraudar? Eso no es defraudar. Es justicia social.

Otra cosa sería que el Estat Catalá estuviera ya constituido con su Hacienda propia y todo. Entonces, el entrañable Leo sería fusilado probablemente contra los muros del Nou Camp para dar ejemplo de "seny". Pero ahora, en la situación actual en la que sus impuestos van a "Madrit" para ser distribuidos desde allí entre la panda de vagos y maleantes que conforman el aborrecible estado centro-fascio-imperialista que es España, su actitud está más que justificada. Un monumento en las Ramblas habría que levantarle.

Y seguro que si ha defraudado no será porque el sistema fiscal español le cruje a impuestos. No es eso precisamente. Es muy fácil que Messi sea un simple empleado de una empresa cuyo objeto social será la tenencia y explotación de sus derechos deportivos y de imagen. Una empresa, o mejor un entramado de ellas, para así  explotar diferenciadamente todos su negocios y diluir los beneficios. Donde él será un simple accionista minoritario y el currante. Seguro que el Ferrari lo ha adquirido esa mercantil por renting. Al final, resultará que él no tiene casi nada a su nombre. Pobre hombre. Es que no lo comprendéis. Lo hace por necesidad.

No quiero hacer sangre pero, al hilo de mi artículo del otro día, deseo recordar aquí quienes tienen la culpa de que estos "chicos buenos" estén bañados en billetes. A cualquiera se le iría la cabeza en su situación.

La necesaria regeneración pasa no sólo por lo público sino también por lo privado. No creo en absoluto en un estado intervencionista. Para mí, cuanto más pequeño sea el Estado, mejor. Aquí, como en todo, el tamaño importa. Pero hay cosas en las que se debería, no digo legislar, pero sí influir. 

Y si no se hace es porque sigue siendo rentable políticamente ir a las finales de la Champions en las que hay equipos españoles y salir gratis en la tele con una sonrisa de oreja a oreja. Bueno, los políticos siempre salen gratis en la tele. Y más rentable aún ponerse, como alcalde o jefecillo de la taifa al día siguiente la camiseta, cuando los jugadores ya van cociditos y dando alaridos como posesos ofreciendo a la patrona de la ciudad su Copa. Como si a la patrona de la ciudad le importara un puñetero carajo lo bien que la meten estos chicos tan buenos.

lunes, 10 de junio de 2013

EL BECERRO DE ORO

Dios ha muerto. Es inútil ya proclamarse ateo, creyente, agnóstico o mediopensionista. Si alguna vez Dios existió, afirmo rotundamente que debió morir no hace mucho, sólo y en silencio, como corresponde a un buen anciano moderno que se precie.

Si no, ya me dirán a cuento de qué ocurre lo que ocurre un fin de semana sí y otro también. En un país con seis millones de parados, la gente se paraliza (perdón por la redundancia) pegada al televisor para asistir con el corazón en un puño a un didáctico espectáculo: el de ver a dos  compatriotas muchimillonarios hacer aún más grande su fortuna, en medio de una narración épica digna del mismísimo Homero. El nacionalismo revestido de deporte. Y lo peor viene el lunes. Porque los comentarios del café no giran más que en torno a eso: que si Nadal es un fenómeno, que si Alonso una máquina...

Conste que no digo que lo conseguido por ambos no tenga mérito, que seguro que lo tiene y mucho. Y eso es independiente de su calidad como personas. Lo que afirmo es que aquí el mérito de cada cual está desproporcionadamente recompensado. Es muy fácil que ayer Nadal se embolsara él solito el presupuesto de varias Direcciones Generales de muchas autonomías. Por ejemplo, el importe para premios del Roland Garros en 2013 ha sido de 21 MM. de €. Nadal ha ganado 1,55 MM en una semana. Yo, hay años enteros en los que no los gano. Y ese presupuesto francés para premios han ido creciendo todos los años, en medio de los recortes generalizados. En cambio, el presupuesto para fomento del empleo en la Comunidad Valenciana es de 5 MM. Y está congelado desde 2010, cuando más falta hace aumentarlo.

Y mientras Nadal y Alonso consiguen esto en medio del fervor popular, los bancos de alimentos se vacían. Y la Casa de la Caridad en Valencia reparte 1.000 raciones diarias, además de otras actuaciones solidarias.  Eso con un presupuesto que debe estar por los 5 MM. €/año. Fernando Alonso, sólo de Ferrari, cobra 26 MM.

Cuando los hebreos vieron que Moisés tardaba en bajar del Sinaí, fundieron sus anillos y fabricaron un becerro de oro al que adoraron como un dios, porque al de verdad ya se habían cansado de esperarlo. Puede ser eso lo que nos pasa. Adoramos y magnificamos justo lo contrario de lo que es conveniente para salir de la situación en la que estamos. El día imaginario en el que cuatro millones de personas estén pendientes del televisor para contemplar la inauguración de una nueva escuela por parte de la Fundación Vicente Ferrer, por ejemplo, podrá decirse que ya no estamos en crisis. Para llegar hasta eso, tendríamos que cambiar antes todos nuestros fundamentos morales y sociales, de forma que una crisis como la actual no sería posible.

La Educación, como siempre, es la base de ese cambio. Y la lucha ha de ser mejorarla para hacernos mejores. Y eso empieza en casa, continua en el colegio, avanza en los medios de comunicación, trepa por las ramas de la política e impregna poco a poco cada cosa que hagamos. No debemos criticar a "la sociedad" porque ahora muchos de nuestros hijos conozcan, como única Ley, la del Mínimo Esfuerzo. Ni tampoco porque parte de nuestros gobernantes tengan como principal objetivo averiguar qué puede hacer España por ellos, en lugar lo contrario. No, no lo hagamos. Salvo que hayamos llegado a la conclusión de que la sociedad somos nosotros, lo cual no sería poco avance. Es fiel reflejo de nosotros mismos.

Yo soy de los que cree que el hábito hace al monje. Y si hacemos bien las cosas, al final, seremos buenos. Es más fácil eso que lo contrario.

Porque si no, en cuanto nos descuidemos, bajará de nuevo Moisés del Sinaí con las Tablas de la Ley y nos las partirá en la cabeza. Y nos haría un favor.