miércoles, 12 de junio de 2013

EL CHICO BUENO

Por favor, no lo crucifiquéis ahora. "Es uno de los nuestros", seguro que dijo Artur Mas, en plan De Niro, al enterarse. Él no quería hacerlo pero se vio obligado. "Espanya ens roba", pero a él no porque para remediar eso tiene a su papá, ideólogo de la trama, según las informaciones de hoy.

Está justificadísimo que Messi defraude, si es que lo ha hecho. Y si no lo ha hecho, debería hacerlo. Para qué pagar tantos impuestos al "estado espanyol". ¿Acaso él recibe algo de ese aborrecible estado? ¿Sus hijos van a colegios públicos?  ¿Usa los hospitales masificados del Servicio Catalán de Salud? ¿Necesita para algo a la policía cuando puede pagarse seguridad privada? ¿Usa el subvencionado transporte público? ¿Necesitará cobrar una pensión, sea contributiva o no? ¿Abandona alguna vez su Ferrari las alfombradas autopistas de peaje para internarse por las comarcales? ¿Verdad que no? Entonces, ¿a que hace bien en defraudar? Eso no es defraudar. Es justicia social.

Otra cosa sería que el Estat Catalá estuviera ya constituido con su Hacienda propia y todo. Entonces, el entrañable Leo sería fusilado probablemente contra los muros del Nou Camp para dar ejemplo de "seny". Pero ahora, en la situación actual en la que sus impuestos van a "Madrit" para ser distribuidos desde allí entre la panda de vagos y maleantes que conforman el aborrecible estado centro-fascio-imperialista que es España, su actitud está más que justificada. Un monumento en las Ramblas habría que levantarle.

Y seguro que si ha defraudado no será porque el sistema fiscal español le cruje a impuestos. No es eso precisamente. Es muy fácil que Messi sea un simple empleado de una empresa cuyo objeto social será la tenencia y explotación de sus derechos deportivos y de imagen. Una empresa, o mejor un entramado de ellas, para así  explotar diferenciadamente todos su negocios y diluir los beneficios. Donde él será un simple accionista minoritario y el currante. Seguro que el Ferrari lo ha adquirido esa mercantil por renting. Al final, resultará que él no tiene casi nada a su nombre. Pobre hombre. Es que no lo comprendéis. Lo hace por necesidad.

No quiero hacer sangre pero, al hilo de mi artículo del otro día, deseo recordar aquí quienes tienen la culpa de que estos "chicos buenos" estén bañados en billetes. A cualquiera se le iría la cabeza en su situación.

La necesaria regeneración pasa no sólo por lo público sino también por lo privado. No creo en absoluto en un estado intervencionista. Para mí, cuanto más pequeño sea el Estado, mejor. Aquí, como en todo, el tamaño importa. Pero hay cosas en las que se debería, no digo legislar, pero sí influir. 

Y si no se hace es porque sigue siendo rentable políticamente ir a las finales de la Champions en las que hay equipos españoles y salir gratis en la tele con una sonrisa de oreja a oreja. Bueno, los políticos siempre salen gratis en la tele. Y más rentable aún ponerse, como alcalde o jefecillo de la taifa al día siguiente la camiseta, cuando los jugadores ya van cociditos y dando alaridos como posesos ofreciendo a la patrona de la ciudad su Copa. Como si a la patrona de la ciudad le importara un puñetero carajo lo bien que la meten estos chicos tan buenos.

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