jueves, 5 de septiembre de 2013

SERRA COMO EJEMPLO.

Narcís SerraNarcís Serra fue el primer Ministro de Defensa del PSOE. Le correspondió el cargo en una época muy difícil, justo después del golpe de Estado de 1981. Pero no fue lo único difícil, a primera vista, de su mandato. Más complicado debió ser pasar del "OTAN, de entrada, NO", con pancartas a las puertas de la embajada de EE.UU. o junto a las verjas de Torrejón, al "OTAN, de salida, tampoco", que se plasmó en el referéndum-trampa más vergonzante de nuestra reciente historia, superando incluso en eso al de 1966 de Franco, que ya es decir.

La carrera política de este pianista aficionado llegó hasta las elecciones de 2004, a las que no se presentó porque el Señor (Zapatero) le tenía reservado otro menester. Este no era ni más ni menos que la presidencia de Caixa Catalunya, cargo que ostentó durante 5 años en pleno final apoteósico del boom inmobiliario. La tradición, como se sabe, de las "puertas giratorias" es muy extendida en nuestra vieja clase política. ¡Que mejor para un político que coronar su carrera con la poltrona de una Caja de Ahorros a la que poder destrozar! Que se lo digan a Olivas, por ejemplo. Esa, y no otra, es la explicación del vergonzoso final que han tenido instituciones que han gozado durante siglos del merecido favor de las clases más populares.

Poco antes de dejar el cargo, con la Entidad intervenida por el FROB, Serra y el resto de altos directivos de Caixa Catalunya se subieron el sueldo y pactaron con ellos mismos (supongo que en fácil negociación)  cuantiosas indemnizaciones, hechos por lo que es probable y deseable que sean imputados.

Trabajadores del banco durante las protestas. | Efe
Paralelamente a eso, 2.453 empleados van a ser despedidos con las indemnizaciones que prevé la reforma laboral, o sea, un importe ridículo de 20 días por año trabajado. Entre los 54 directivos que el fiscal ha pedido imputar se encuentran representantes de los sindicatos mayoritarios de siempre (CCOO y UGT), además de otros autóctonos. Por eso me extraña aún más las declaraciones de dirigentes de CC.OO echando la culpa al empedrado, como si ellos acabasen de pasar por allí.

2.453 familias en la calle mientras el ilustre socialista ha cobrado hasta 260.000 € al año por su importante contribución al hundimiento de la Entidad. Entidad, por cierto, que ha recibido el 23 % de las ayudas que ha repartido el FROB a los bancos. Cantidad que resulta escandalosamente mayor, en relación a su tamaño, que la entregada a Bankia y que, a diferencia de ésta, existen escasas posibilidades de recuperar.

Un capítulo más en la escandalosa caída, espero que definitiva, de la política cacique y trasnochada que, por desgracia, no cae sola, sino que nos arrastra a la mayoría. Afortunadamente, soplan vientos nuevos cada vez más fuertes para barrer tanta podredumbre. Hinchemos las velas y sujetemos fuerte el timón. Y ojo con los polizones porque me temo que hay más de los deseables.



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