viernes, 6 de diciembre de 2013

RESULTA QUE ALFONSO ERA DEL BARÇA... Y NO LO SABÍA ¿Donde he oído eso antes?

Alfonso Pérez Muñoz fue un jugador destacado de la cantera del Madrid, santo y seña del más puro madridismo durante los primeros '90. Delantero técnico y muy habilidoso, en su palmarés hay 2 Copas, una Liga y una Supercopa. Además, consiguió junto a sus compañeros de Selección la medalla de oro en Barcelona '92. Eso, además de otras decisivas y recordadas intervenciones con la camiseta nacional. Después jugó en el Betis, donde también fue referencia no sólo futbolística sino por su espíritu deportivo. Por algún comentario suyo en relación con el Sevilla, dentro de la más noble deportividad, se llevó una bronca del aquel impresentable Ruiz de Lopera.

En su ciudad natal, Getafe, el estadio que acoge al equipo de la localidad lleva su nombre por votación de los socios. Por cierto, que el presidente del Getafe es también socio madridista. Me recuerda eso a los viejos tiempos del "fair play" en los que los presidentes del Atlético de Madrid y del Real Madrid eran socios también del equipo contrario. Eso acabó con Jesús Gil y Ramón Mendoza, de infausta memoria ambos. El Señor, o quien sea, los tenga a los dos donde se merecen.

A Alfonso lo llamaron el "Mago de las Botas Blancas". Fue uno de los primeros, si no el primero, en usar botas de un blanco inmaculado.

En la historia de Alfonso hay un breve e infructuoso paso por el Barcelona. Recuerdo con verdadero dolor la rueda de prensa en la que dijo que desde pequeño había sido seguidor del Barça y que con ese fichaje se cumplía un sueño que había tenido siempre. Eso que hemos oído en miles de ruedas de prensa parecidas y que siempre ha sonado a hueco. Ahora sé que casi siempre es más que hueco, vacío. Aquello sonó como las declaraciones que hace un secuestrado cuando le apuntan con una pistola y dice aquello de que "deseo que Estados Unidos deje de perseguir al Islam". Pues igual de falso.

El dolor se me pasó pronto porque Alfonso es un tío grande, y los que lo seguimos desde siempre entendimos que aquello estaba en el guión, que la oferta económica era muy buena y que quien paga, manda. Después fue cedido a un equipo francés donde pasó, como por el Barça, con más pena que gloria.

En cuanto salió, se le volvieron a notar los colores. Ahora vuelve a jugar en el Madrid, en la liga indoor y, por supuesto, sigue siendo socio. Hace unos años tuvo un pequeño rifi-rafe con Guardiola en el que le llamó la atención sobre que si de verdad sentía tanto el catalanismo, lo que tendría que haber hecho es haber sido consecuente y no vestirse la camiseta de la Selección. 

Ciertos comentaríos recientes por tierras levantinas me han recordado a Alfonso y a aquella rueda de prensa en "Can Barsa". Y me han sonado a lo mismo. Me ha sonado a que estaba en el guión y a que era obligado decirlo. O aun peor, a que queda mejor con el "aficionado" decir eso que decir la verdad pero... ¿cual es la verdad? Lo que se le prometió a Alfonso estaba muy claro y escrito en un contrato. Y quien pagaba pedía aquellas declaraciones. Era muy goloso que un "ex" del Madrid dijera aquello. Tras los fichajes de Figo y Shuster por el Madrid, el tener a un madridista de toda la vida, cautivo y desarmado, frente a un micrófono diciendo aquello debía de ser de lo más excitante para la directiva barcelonista. "Robar" una estrella a la competencia siempre queda muy bien, ¿verdad? Y que todos los periódicos lo repitan hasta la saciedad es también un gustazo. Lo que no sé es qué pensarían en aquel momento los delanteros, seguramente también muy habilidosos, y que de verdad siempre habían sentido y sudado la camiseta blaugrana y que estaban esperando durante años en "la Masía".

Aquí, entre nosotros, también hay cantera y tan sólo hay que confiar más en ella, cuidarla, formarla, mostrarle esa confianza, darle oportunidades y hacerles sentir lo importantes que son. Si en algo puede fallar esa cantera es en dos cosas: organización y formación. Y cuando alguien no está organizado ni formado suele no ser culpa suya. Mi convicción es que es preferible dar muchos pasos pequeños que pocos grandes. Claro que podemos hacer fichajes, pero mejor de personas que lleven un tiempo largo en su casa y sin "mochila". Unas largas vacaciones vienen muy bien para reflexionar. Y sobre todo, para que reflexionen quienes tienen que hacer los fichajes. Si no, seremos lo mismo que aquel Barça. Y los "fichajes" acabarán con igual de mal resultado.

No sé qué hay detrás de esas otras declaraciones actuales a las que me refiero. Ni detrás ni, sobre todo, debajo. No me corresponde saberlo. Pero espero verlo o intuirlo en breve. No me han gustado nada pero, mientras tanto, y es el último comentario que hago sobre esto durante mucho tiempo, voy a dar mi voto de confianza. Y espero que el tiempo me quite la razón, lo que celebraría sinceramente y sería señal de que algunas cosas se hacen bien.









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