miércoles, 30 de octubre de 2019

BREVE MANUAL DE POLÍTICA VALENCIANA PARA TORPES... Y MADRILEÑOS. (1ª parte).

Hay gente que conozco de fuera de Valencia que no sabe lo que es Compromís, actual socio de Errejón. Creen que es un simpático partido moderado de izquierdas regionalista valenciano. Algo así como los de Revilla pero cambiando las anchoas por el arroz.
Pues no. Para empezar, queridos ignorantes de más allá del Cabriel, que sois muchos, Compromís no es un partido sino una coalición compuesta por el Bloc Nacionalista Valencià, Iniciativa del Poble Valencià y por Verds Equo del País Valencià. ¿Cómo os habéis quedado? Pues ya podéis cerrar la boca que sigo:
Para empezar, desconfiad de todas las organizaciones que se autodenominen "del País Valencià", denominación no oficial de esta Comunidad utilizada desde principios del XX por el incipiente nacionalismo valenciano, porque en todas ellas lo que subyace por encima de a qué se dediquen es, simplemente, eso, el nacionalismo excluyente. Da igual que sea un sindicato, un partido, una organización de consumidores o de alcohólicos anónimos. Esa denominación intentó hacerse oficial durante la Transición y a punto estuvo pero quedó en el preámbulo del Estatuto de Autonomía, por lo que no tiene carácter normativo. El nombre oficial es, por tanto, Comunidad Valenciana. Llamar País Valenciano a esto es como usar las denominaciones de Partido Socialista del Reino Almohade de Granada, Unión de Consumidores del Cantón de Cartagena o Asociación de AMPAS del Reino de León.
Como iba diciendo, el que manda en Compromis es el Bloc, aunque no dejan de tener sus diferencias internas, más de formas que de fondo. La propia Mónica Oltra proviene de Iniciativa, más moderados en las formas que los del Bloc pero con los mismos fines. Antes de eso, Oltra estuvo nada menos que en el Partido Comunista del Pais Valencià. O sea, que de corderito no tiene nada, por mucho que a veces lo quiera parecer. Por eso, y porque los del Bloc no tienen a nadie con esa imagen carismática que necesitan, es por lo que es, de momento, la cabeza visible en Valencia y la vicepresidenta de la Comunidad. Aunque, en realidad, Ximo Puig no es más que un rehén suyo. Pero eso da para otro capítulo...
Esta coalición, y resumiendo mucho, se caracteriza, como cualquier movimiento nacionalista, por la exaltación de la Historia y costumbres locales en detrimento de las españolas, como se ve, por ejemplo, en el fervor con el que celebran el 9 de octubre, fiesta en la Comunidad, y la indiferencia mas absoluta con la festividad del día 12, día de la Hispanidad, cuando no desprecio. Todo con el fin de resaltar la diferencia, pedir su "reconocimiento", avivar los pretendidos maltratos o ninguneos y dividir lo que estaba unido. O sea, lo que siempre hace el nacionalismo en todas partes.
Se ve también en el aplastamiento constante de la lengua castellana en el sistema educativo, con su Consejero de Educación Marzà a la cabeza. Marzà tiene 40 sentencias judiciales en contra pero prosigue en su tarea de expulsar el castellano de la escuela como paso imprescindible para la obtención a largo plazo de lo que desean: la separación de esta Comunidad de España, siguiendo los pasos que se han dado en Cataluña.
Así mismo, entienden lo que llaman "normalización lingüística" como la imposición del valenciano sobre el castellano en documentos oficiales, señales de tráfico, discursos, cartelería, documentación municipal, páginas web de entidades publicas, y, por supuesto, la programación de la radio y televisión en el nuevo Canal 9, al que nadie llama por su actual nombre, "À Punt". Para dirigirlo nombraron a la anterior delegada de TV3 en la Comunidad Valenciana. Toda una declaración de principios.
Tan es así que, por narices, han cambiado el nombre de las ciudades a la grafía valenciana. Ahora Valencia es València, por ejemplo. Pronúnciese /Balansia/, con la boca grande, para no ser acusados de fachas centralistas. Eso, sin ni siquiera admitir las dos denominaciones, como se hace, por ejemplo correctamente en el País Vasco. Y no sólo lo hacen en lugares de tradición más valenciano-parlante sino que tienen la desfachatez de decretarlo en comarcas donde el valenciano no se ha hablado jamás, como en zonas del interior de la provincia de Valencia o nada menos que en la Vega Baja del Segura, "Vega Baixa" para ellos, rebautizando por ejemplo como "Oriola" a la Orihuela de Miguel Hernández.
Pues estos son, en trazos muy gruesos y digeribles, queridos amigos mesetarios y transmesetarios, los socios de Errejón en Valencia. Así que, si votáis a Errejón en Madrid o en donde sea, me estáis fastidiando a mí porque este sectarismo naZionalista no lo sufrís allí pero yo sí aquí.

Espero haber desasnado con esto a algún ignorante de tierra adentro. Si es así, este escrito habrá cumplido su función.

2 comentarios:

  1. Todo correcto, solo puntualizar un par de cosas:
    No son nacionalistas excluyentes, son nacionalistas catalanistas excluyentes.
    Y eso de la "normalización lingüística", no es imponer el Valenciano sobre el castellano, es un genocidio del Valenciano sustituyéndolo por catalán.
    Por cierto, esto último estuvo vigente durante todo el ciclo de dominio del PP, no es invento suyo, pero les viene como anillo al dedo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En cuanto a lo del "genocicio" (no procede esa palabra, que tiene que ver con las personas y no con las lenguas), es en las dos direcciones. Sustituyen el valenciano por el catalán y arrinconan al castellano. Son capaces de hacer dos cosas a la vez.

      Eliminar